La Ciudad

Dengue: seis casos no autóctonos en lo que va del año y el mosquito no circula en Mar del Plata

Lo confirmaron fuentes municipales, que de todas formas recomendaron reforzar la prevención domiciliaria. En la región suman 31, de los cuales hubo cinco autóctonos en el Partido de la Costa. Los síntomas a tener en cuenta y las principales recomendaciones.

Seis casos de dengue fueron confirmados en Mar del Plata en lo que va del año, ninguno de ellos autóctono, informaron fuentes municipales y de la región Sanitaria VIII a LA CAPITAL.

Según se estableció, los que sufrieron la enfermedad tenían un nexo claro y habían viajado a áreas con riesgo de dengue en los últimos 15 días. Además, en el municipio puntualizaron que no se detectaron larvas del mosquito en Mar del Plata. De todas maneras, consideraron importante reforzar la prevención domiciliaria.

En los municipios de la Región Sanitaria VIII, los casos suman 31 desde el inicio del año. De ellos, sólo cinco son autóctonos y fueron detectados en el Partido de la Costa, que en total acumula 10 casos (los otros cinco, no autóctonos).

Además, se confirmaron seis en Pinamar, cinco en Tandil, tres en Villa Gesell y uno en Balcarce. 

El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue, y luego pica a otras personas, puede transmitirla.

El contagio se produce principalmente por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de forma directa de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna.

El síntoma es la fiebre (38° o más) acompañada de algún otro como dolor de cabeza (detrás de los ojos) muscular o de articulaciones, náuseas o vómitos, cansancio intenso, aparición de manchas en la piel, picazón y sangrado de nariz o encías.

Ante la presencia de fiebre y cualquiera de estos síntomas se debe acudir de manera inmediata al centro de salud más cercano para recibir el tratamiento adecuado.

Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dolor abdominal, sangrado profuso, vómitos persistentes, dificultad respiratoria, irritabilidad/somnolencia) se recomienda acudir rápidamente a un centro médico.

El mosquito Aedes aegypti es conocido como el mosquito “hogareño” por sus hábitos domiciliarios. Es de color oscuro con franjas y manchas blancas y se cría en recipientes con agua. Su picadura, además de dengue, puede transmitir otras arbovirosis como Zika y chikungunya.

Todas las etapas del ciclo de vida de Aedes aegypti (huevo, larva, pupa y adulto) transcurren en el entorno domiciliario o peridomiciliario (alrededores de la casa), ya que allí consiguen alimento, refugio y los sitios adecuados para usar de criaderos, condiciones necesarias para asegurar su supervivencia.

Para reproducirse usa cualquier recipiente u objeto que contenga agua para dejar sus huevos (tanques de agua, tarros, bebederos de mascotas, portamacetas, floreros, botellas, juguetes, canaletas o cualquier otro objeto que contenga o pueda acumular agua).

El mosquito coloca los huevos en la pared interna de los recipientes. Al tomar contacto con el agua, los huevos eclosionan y salen las larvas que crecen, se desarrollan y mudan al estado de pupa (ambos estados acuáticos). Luego de una semana, aproximadamente, emergen del agua como mosquitos adultos para continuar su ciclo de vida. Los huevos de Aedes aegypti pueden resistir condiciones de sequía por más de un año y mantenerse viables.

En ese marco, se recomienda eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua (latas, botellas, neumáticos).

Si no pueden eliminarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior. Se recomienda tapar tanques, aljibes o cisternas; dar vuelta baldes, palanganas, tambores; vaciar y cepillar frecuentemente objetos que puedan acumular agua y poner al resguardo bajo techo recipientes (por ejemplo, botellas retornables).

También es importante cambiar el agua de bebederos de animales, colectores de desagües de aire acondicionado o lluvia, dentro y fuera de la casa, cada tres días, así como frotar las paredes de los recipientes con una esponja o cepillo a fin de desprender los huevos del mosquito que puedan estar adheridos.

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